Durante el año pasado en el grupo de Psicología de la liberación Uruguay se desarrolló un debate en el cual algunos sus integrantes intercambiaron posiciones y opiniones acerca de que saberes se hacen necesarios para los psicólogos que adhieren a un enfoque de la Psicología de la Liberación a la hora de realizar sus tarea y comprender las problemáticas que afectan a sus comunidades, deviniendo el diálogo al papel que tendría una Psicología Política Latinoamericana en
relación a ellos. Reflexiones y enfoques desde un debate del grupo de Psicología de la Liberación de Uruguay
Autores: Grupo de Psicología de la Liberación Uruguay Voces que se expresan en el debate- Alfredo (Perú), Eduardo, Fernanda,Sirpo psicoliberuruguay@googlegroups.com
30/10/2008- Fernanda
A raíz de los intercambios mantenidos con el grupo, en el cual hablábamos de nuestra ignorancia acerca de factores económicos que intervienen en situaciones que denunciamos, nos duelen y queremos transformar, me gustaría compartir algunas dudas que me ha surgido a partir de esto. ¿Para dar nuestra visión desde la Psicología de la liberación debemos tener una formación que contemple y considere saberes políticos, económicos, demográficos etc. o nuestro aporte pasa por trabajar y sumar a otras miradas una perspectiva psicológica? ¿La formación de psicólogo de la liberación tendría que ser igual a la de otras líneas? ¿Nos basta solo con elementos psicológicos para pensar realidades tan complejas? ¿Tendríamos que tener algunas nociones de otras disciplinas aunque no seamos a otros? ¿Para establecer diálogo con otras disciplinas que configuran líneas de abordaje de estas realidades no deberíamos tener ciertas nociones claras? ¿Pasa lo anterior por un trayecto personal o es algo a tener en cuenta en una currícula de la Psicología de la Liberación?
31/10/2008 -Eduardo
Sabes Fernanda, creo que de base este grupo es mucho más que de psicólogos y psicólogas y lo es, por que entre otra cosas implica una actitud, una posición frente al mundo o los mundos y sus necesarias transformaciones, que no implican únicamente el saber psicológico. Seguro debemos saber todo lo que podamos, pero ante todo saber articular saberes con otros compañeros y compañeras que tienen y aportan otros saberes (valga la redundancia...¡¡¡ valga!!!)
Trabajar desde la interdisciplinar y desde la intersectorialidad, aprender y enseñar en un movimiento continuo dialéctico (o ¿analéctico?), dialogar con experiencias diversas para entre todos y todas pensar, sentir, hacer. Evidentemente no podemos saber todo de todo y no hay que hacerlo. Si tener la sensibilidad para comprender la complejidad no como lo
complicado, sino como ese articulado y anudado conjunto de construcciones que construyen los "objetos". Investigar con los otros y no para los otros, escuchar desde la humildad y la constante búsqueda de la cooperación. Promover “enseñajes” (“Nadie educa a nadie, nadie se educa solo” decía Don Paulo Freire). En fin, como para seguir en diálogo. Que significa suscribir esta idea de Psicología de la Liberación, pensar que es posible y necesaria una Psicología Política Latinoamericana, que se nutre de múltiples saberes, académicos y no académicos y que todos toditos tenemos algo para decir. Una Psicología Política Latinoamericana, una PPL, para empezar a poner siglas que identifican, que desde la memoria y la identidad, desde la desnaturalización y la desideologización, desde la concientización y las posibilidades de la investigación acción participativa, desde la educación popular, desde las psicologías de nuestro continente (tomada esta idea de psicologías en su amplio sentido), desde la integración y articulación de saberes, experiencias e interrogantes, podamos caminar hacia utopías posibles y necesarias.
Aquí, en este espacio, en este grupo caben y son necesarios el psicólogo, el budista, el trabajador, el economista, el abogado, el artista, el cura, el artesano, la filósofa, la lingüista, la vecina .....Bueno, caben todos y todas los las que tengan
ganas de decir y hacer por otros caminos para seguir caminando. No sé si me acerque a una contestación a tus preguntas pero al menos me sentí bien de poner estas ideas para compartir…
1/11/2008 Fernanda
…Eduardo.Si estoy de acuerdo contigo que este grupo y la Psicología de la Liberación y ahora la PPL (Psicología Política Latinoamericana) -para ir acostumbrándome a la sigla- es más que psicólogos realizando una tarea. Quizás me haya agarrado la psicologización, aunque siempre insisto que esto es más que gente de la psicología. Pero nosotros dentro de ese movimiento que incluye a la psicología, desde el aporte que hacemos desde nuestra disciplina al momento
de trabajar con otros me pregunto: ¿No es necesario que manejemos ciertos saberes que en nuestra formación más tradicional no están presentes? Aspectos políticos, económicos, demográficos etc a veces se vuelven de difícil entendimiento para algunos de nosotros y al momento de acercarnos a ellos hay todo un lenguaje a aprender y aprehender, por eso te decía que a mi entender la Psicología de la Liberación en la formación curricular si la hubiera en
algún momento debería incluir esos elementos, no sé, quizás están presente en la currícula donde ya se imparta.
Desconozco eso, hablo de las carencias que puede sentir un psicólogo con una formación tradicional al tomar contacto con problemática que desbordan lo psicológico, estoy de acuerdo del trabajo con los otros y que no necesitamos entenderlo todo, aunque sí creo que una base más amplia en relación a estas temáticas se hace necesaria para poder intercambiar con las otras disciplinas.
En cuanto a esta Psicología Política que me intriga, te pregunto, ¿Donde hace hincapié? ¿Cómo se vincula con esos otros saberes que abordan temas tan complejos como nuestra realidad latinoamericana? ¿Qué caracteriza a una Psicología Política? ¿Se incluye dentro de la Psicología de la Liberación? ¿En que se diferenciaría de ella? ¿Cuál es el punto de articulación en que la Política y la Psicología toman contacto? …
2/11/2008 Alfredo
¡De nuevo al ruedo con otro debate apasionante! La necesidad de indisciplinar la disciplina como sugiere Gabriel Kaplun en su artículo "Indisciplinar la universidad" (1) es clave para la formación de profesionales capaces de sumergirse en la complejidad. Pero creo que lo bello es la diversidad con que se forja una actitud hacia la vida como diría Eduardo, de diálogo con diversas realidades por una emancipación donde todos entremos (pero no los que beben sangre de pueblos
enteros como el caso de los gobernantes y "decididores políticos" que hemos tenido en Latinoamérica). No tanto porque nos da las herramientas con las que tendremos la clave del éxito, sino para poder establecer y profundizar relaciones con el mundo real que no está compartimentado. Pero el problema más serio de la complejidad es el problema de la
identidad y la borrosidad de los límites. Creo que esto es lo más importante de lo que señalas Fernanda.
Creo hoy por hoy todos hablamos de lo fantástico de la interdisciplinaridad y la necesidad de un pensamiento transdisciplinario, que es más que un conocimiento certero una aventura del pensamiento de penetrar en el movimiento de lo real sin obviar su movimiento igualmente real, refleja una actitud ante el encuentro. Modestamente creo que las interdisciplinas son realidades noológicas en construcción que necesitan del simultáneo esclarecimiento de los objetos de estudio específicos. Ojo, no como demarcaciones de un trozo de cosa sino como creación ontológica que posee una cualidad diferenciada que se presenta en las formas de conocimiento o saber. Si no
¿Por qué hablaríamos de disciplinas? No tendría ningún sentido, más que como invenciones que descuartizan la realidad, y no invenciones que pueden participar de su organización.Por eso no caer en el "Vale todo" me parece importante. ¿Cuál es la cualidad propia del psiquismo humano que nos aboca a los psicólogos? ¿En qué realidad está inscrita para ver los referentes con los que dialogan sean antropológicos, sociológicos, biológicos, etc.?
Personalmente considero la necesidad de tener una teoría de la subjetividad, léase psiquismo humano, posicionada en una comprensión ontológica que permita diferenciarla, a la vez que volver sus fronteras difusas por el reconocimiento de los otros ámbitos de la realidad que la hacen posible.
Es un ida y vuelta. Y pienso que lo más descuidado para la psicología ha sido su especificidad ontológica y por eso nos
hemos visto recontra conflictuados por qué hace a la psicología ser psicología. Esto me parece muchas veces heredado del movimiento posestructuralista (sobre todo francés) que tanto énfasis ha hecho en la pluralidad descuidando los conceptos de génesis y organización. Claros representantes son Deleuze y Guattari. Se ha confundido la génesis con factores o planos que participan aleatoriamente para la producción de realidades, no hay precisión en la cualidad, sino un retorno asolapado a la cantidad, o a la falta de identidad que articula organiza. Sé que esto abrirá más debates por eso prefiero no intentar cerrar el punto sino abrir otro.
Me remito por ello a pensar la misma pregunta que elabora Fernanda pero desde varias aristas, no para cambiarla sino para darle matices: ¿Cuál es la identidad de la psicología? ¿Cuál es la formación cualitativamente diferenciada de la realidad que dialoga con las otras? ¿Cuáles son relaciones de dependencia y autonomía con respecto a las otras realidades? ¿Cómo las demás disciplinas participan del accionar del psicólogo? ¿Qué interdisciplinar vemos cruciales
para la formación del psicólogo y por qué? Por último y por la intervención de Eduardo, qué diferencia hay entre:
1. Psicología de la Política de la Liberación
2. Psicología de la Política para la Liberación
3. Psicología para la Liberación
4. Psicología de la liberación
5. Psicología Política de la Liberación
6. Psicología Política para la Liberación
7. Psicología Política Latinoamericana
Sólo algo que me parece sugerente sobre este debate. La Psicología de la Liberación era para Martín- Baró un proyecto político para la psicología, o sea más una psicología “para” la liberación. Me parece una psicología militante, y creo que una psicología Política puede ser otra cosa, no sé. En todo caso la cosa esta riquísima, porque esta un debate crucial para el grupo ¿Una construcción programática para la psicología? ¿Una construcción estratégica? ¿Una apuesta
ética y estética? Debate importante para el grupo en el que nos autodenominanos de la liberación.
2/11/2008 Fernanda
Alfredo ,Me alegro que estemos dudando, que las cosas no aparezcan demasiado claras, y que la Psicología de la Liberación, Para la Liberación o la Psicología Política, nos planteen dudas, nos movilice a pensar y debatir. Porque se nota el compromiso de seguir produciendo, se notan las ganas de pensar y hacer, y parece que desde el nombre que sea
estamos haciendo liberación, en el momento que nos movemos y nos arriesgamos a navegar en la incertidumbre es que al menos dejamos atrás certezas que pueden dar seguridad pero que también oprimen y paralizan.
Desde ahora en lo que sigue de mi desarrollo voy a hablar desde las interrogantes que me surgen, más que desde los puntos que tengo en claro. Algo que creo que puede llegar a trascender cualquier nombre es nuestra necesidad de desandar naturalizaciones, denunciar y tratar de desbaratar relaciones de dominación, de movilizar junto a otras conciencias colectivas. De deconstruir, para construir otros mundos. Ahora bien ¿Para que plantear un nuevo nombre?
eso no los responderá nuestro estimado moderador, Eduardo. Creo que algunos compromisos y apuestas van más allá denominaciones pero también creo que cuando introducimos un nuevo nombre es que algo de lo diferente se cuela. Me gustaría saber qué es eso diferente, cuando me pongo a pensar en una Psicóloga Política me parece que haría hincapié en los aspectos psicológico y sociales que producen toda la dinámica política a la misma vez de como nuestras
condiciones concretas de existencia, nuestras instituciones, nuestra vida cotidiana se ve afectada y configurada por los regímenes, situaciones, devenires políticos de nuestros pueblos. En un proceso de retroalimentación en que lo producimos y somos producidos por ellos. Claro, está es la idea que yo me hago la cual puede distar de lo que Eduardo plantea.
A mi entender tendría que incluirse en lo que es la Psicología de la Liberación, me parece que la liberación pasa por muchas líneas mas allá de la políticas de la cual tenemos que tener noticias y tomar contacto con ellas para generar movimientos de cambio. Entonces ahí aunque el énfasis este puesto por elección en los elementos políticos se articularia con otros saberes que considero necesarios. Realmente me parece que los procesos políticos que hacen a la subjetividad de las personas y a la misma vez los procesos psicológicos que hacen a la realidad política son un campo de problemática poco explorado y digno de poner la mirada ahí, sobre todo en Latinoamérica en donde procesos y eventos de lo político han marcado y en parte diagramado nuestro presente. Claro está nunca habría que olvidarse de otras disciplinas y saberes que también hacen a esa realidad tan compleja, y ahí es donde creo necesaria la transdisciplinariedad, atravesando el objeto y dando una visión nueva de él, aunque esto a veces cuesta tanto y como mucho terminamos haciendo interdisciplina. Pero para transdisciplinar es necesario un bagaje en que se compartan algunas nociones por mínimas que están fueran para poder entablar dialogo, Morín creo que hablaba de la necesidad de un mayor vinculo entre las ciencias humanas....quizás habría que considerarlo. Y Alfredo tienes razón, el tema de la borrosidad y la falta de límites en estos emprendimientos complejos está presente, hasta donde puedo llegar desde mi disciplina, hasta donde no me empiezo a mover en otros saberes anulándolos e imponiendo mi perspectiva, es toda una tarea integrarse sin reducir sino ampliar, sumar. Creo yo que la subjetividad está configurada por mucho niveles, propios de todas las variables que están presentes y tomamos contacto a lo largo de nuestro procesos de configuración y me parece que lo político también hace a este proceso por tanto una teoría que hable y piense los procesos de subjetivación desde ahí me parece bien interesante, sobre todo porque continuaría en la línea de prestar atención a procesos colectivos, y en un enfoque psicosocial alejándonos de una concepción de la existencia intrapsiquismo desvinculado de toda una realidad que nos contiene y de la cual formamos parte.
Comparto también la necesidad de mantener las disciplinas sino cual sería el sentido de que fuera una Psicología de la Liberación o una Psicología Política, la Psicología se recorta ahí de otros saberes, para algo se diferencia, pienso que las fronteras son necesarias y necesario es que sean porosas para poder realizar intercambios que nos permitan construcciones mas aproximadas a dar cuenta de nuestras problemáticas.
Me parece liberador que nos estemos preguntando sobre nuestra identidad, desde la Psicología de la Liberación, considero que con nombres nuevos o viejos seguimos en la línea de ese proyecto político de Baró del cual hablas, a mi me pareció siempre una apuesta meta en el sentido de liberar a la psicología para luego liberarse con el pueblo, mientras se libera con él. Creo que es rescatable la concepción de revisar los propios supuestos, ideologías cosa que por suerte
estamos haciendo. También debemos pensar como concebimos la identidad al pensarnos. Que características tiene esa categoría identidad que utilizamos. Personalmente mas allá de cualquier nombre que denomine a esta praxis liberadora,(por eso me parece también interesante Alfredo, ese “para” que propones, que es acción ,que es proyecto, quizás la de ,de pertenecía no llega a expresar todo ese hacer que se intenta desde la Psicología de la Liberación) el dialogo con otros saberes, la complejización, la rigurosidad epistemológica, el compromiso ético y vital, el
arriesgarnos a cuestionar practicas y discurso, y el reconocimiento del otro como tal me parece fundamental para cualquier emprendimiento que persiga mundo más dignos, justos y libres para todos.
2/11/2008 Alfredo
Genial! -Me gusta lo que dices Fernanda. Sobre todo por la rigurosidad y apertura mezcladas con que lo dices. Ha salido de mí ese escepticismo creyente cuando mencionas la necesidad de "sumar". Creo en la suma, pero me pregunto si eso
es lo que queremos, ¿sumar? Yo siento que en cada mail que alguien del grupo escribe y en cada mail que me atrevo a enviar, hay una reorganización de mis ideas, un esfuerzo por dejarme impactar con sobresaltos, coincidencias y disidencias que se combinan con la gestación de nuevas formas y ángulos para entender la realidad. Me pregunto si eso que se produce en cada uno de nosotros es por una suma realmente. Más aún, me pregunto si esto de la Psicología para la Liberación o nuestro compromiso militante con la emancipación
pasa fundamentalmente por la psicología para dialogar con la diversidad de otras disciplinas o por entregarnos a los remolinos y espirales del mar de la complejidad sin fronteras disciplinares. Podríamos llegar a decir que hay que hacer que estas expresiones dialoguen y se complementen, pero ¿Qué papel tiene la singularidad del que vive su vida para apropiar su vida? ¿La singularidad depende de una suma, de una adición? Las realidades las podemos hacer dialogar y lo nuevo que se produce ¿Le llamaríamos suma?, ¿Realmente lo es?
Cuando alguien te pregunta ¿Estás enamorado? La presencia o ausencia de aquello en tu vida puede hacerte entrar en caos, destruyes ciertos sentidos, se producen nuevos, ¿Eso es sumar?
Cuando hemos llegado a un consenso ¿Hemos sumado? La suma a veces me suena hermana del acogimiento, y no del derecho concreto a ser iguales, en el sentido de participar de tu vida colectiva e individual. Me parece a veces a esto de la inclusión capitalista, de esos proyectos totalizadores de los que tanto renegamos porque siguen en la misma lógica del fetiche a la mercancía. Claro, la suma en nombre de lo nuevo parece diferente, ¿pero lo nuevo surge de una suma? ¿La suma no niega lo disidente para poder producir un resultado? ¿No es el resultado de la suma lo que pone nombre a lo que está junto con una misma cualidad? ¿Se puede sumar una naranja con un lapicero, una hoja con un árbol, una *subjetividad con una subjetividad*?
Pero más allá del concepto de suma que le podemos dar mil connotaciones más metafóricas, lo que encuentro es esta fascinación por la producción, por lo nuevo a partir de la reunión de las gentes en lucha. Eso me parece lindo, y aunque el concepto de suma me parezca que no da cuenta de todo, la carga subjetiva que carga me parece que va en esa dirección.
Aquí otra cosa que me da temor. Esta fascinación por lo que se produce descuida la génesis y la organización, estamos a veces fascinados por lo que surge del encuentro y nunca nos preguntamos *cómo surgió, mas sí por el qué lo hizo surgir*.Nuestros principios no pueden estar basados en el qué: la suma, sino en el cómo. Me parece pertinente citar a Morín : "Mientras que la repetición es una categoría más general relativa a la RE, la recursión es su categoría más rica. Ella da a la repetición la dimensión no solo editora y multiplicadora, sino sobre todo genésica y formadora" (2). Ahora bien, creo que hay que pensar la tensión mencionada entre lo producido y la genésico sin subsumir una en la otra. El encuentro de iguales no implica una misma subjetividad, sino misma capacidad de ejercer tu singularidad en el
colectivo. ¿Ese encuentro en la igualdad puede ser considerada un momento de suma? Creo que sí, pero siempre y cuando no se intente síntesis o alineamiento de subjetividades, pues automáticamente se mueren. Y se nos viene la pregunta ¿qué representa la suma aquí? Puede ser reunión de subjetividades, singularidades en condición de igualdad.
Esto es muy bello, pero nuevamente me pregunto si la suma es nuestro fin. Me parece importante el cómo se va formado y lo nuevo se va formando sin diluir uno en el otro, me importa dar cuenta de aquella cualidad del proceso que permite el surgimiento de lo revolucionario, liberador. Es todo un reto pensarnos recursivamente cuando hablamos de liberación y cuando pensamos cómo formamos psicólogos de la liberación o para la liberación, o de repente de lo político. Creo que esto último organiza nuestro interés cuando hablamos de la liberación ¿cómo surge, cómo se gesta, cómo se organiza lo político (no la política)? Creo que cuando hablamos de lo político se toca algo del orden del acontecimiento, nos permite hablar
del lugar donde se produce lo político: lo ético, y otras cosas que no nos cierran a la complejidad.
Por otro lado, con el debate abierto por Eduardo y cogiéndome de algunas cositas previas, creo que la psicología para la liberación tiene un carácter ético-político-estético, como núcleo de bucles complejos donde participan otras realidades. No sé si sea justo plantear a la psicología misma como proyecto político, que es distinto a plantearnos un proyecto para la psicología y sus diversos aportes, pero organizado desde lo ético-político y estético.
En esto último mi diferencia con Fernanda, creo que sí hay un centro de interés que acoge a la diversidad producida por la psicología que es de carácter ético-político y estético, no creo que se desperdicie la complejidad desde ese lugar (ambiental, biológica, antropológica, etc.), sino que se articula desde un proyecto de autonomía. Nuevamente el tema de la identidad y la borrosidad nos trae mil ideas más que seguro las seguiremos compartiendo. Ahora sí creo que plantearlo desde el lugar que sugiere Eduardo de psicología política puede limitar la diversidad, que señala Fernanda, se desperdicia.
8/11/2008 -Eduardo
Los debates de los últimos días dan para pensar desde donde y hacia donde pensamos, hacemos y sentimos lo que compartimos; lo cual esta bueno y ayuda a articular diferencias que siempre son buenas si se saben respetar y confrontar con ellas.A veces creo Alfredo, que hay ciertas "certezas" que me asustan, porque casi se convierten en dogmas desde donde
cuestionar, criticar y enfrentar a otros dogmas. Sigo pensando, como alguna vez lo decía en una poesía, que los monumentos aplastan, sean estos de enemigos o amigos. Sinceramente, puedo compartir planteos de Marx y en otros considerar que para nada, que no leo la realidad desde el mismo punto de vista, que le faltaron varias cosas a su teoría, que hay otras que ya no responden a los nuevos contextos socio. Históricos. En otras, Marx me va pero junto con Bakunin, Proudhon, etc.¡¡¡ Herejía!!!! ¿Herejía? No creo que haya que mirar la realidad para ver si coincide o no con lo que dice nuestro "pop star" del pensamiento y la acción, sino que la acción ratifique, rectifique, mejore, contradiga lo que mi "pop star" dice. Digo, me parece que a veces al
pobre Marx, lo han hecho decir demasiadas cosas en tiempos que vaya a saber que diría.
Eso para pensar en las "nuevas cosas", esas que a veces tanto asustan porque contradicen la teoría. Las nuevas cosas que parece que podrían ser pecados frente a las formas instituidas de hacer y pensar. No me la creo, no la acepto esa fantasía de que la apertura a lo nuevo sea señal de "cualquier cosa" o "falta de..." No sé porque me vino a la cabeza aquello del "terrorismo epistemológico" de Feyerabend. ¿Sera que sostengo un "tratado contra el método"? No sé, cosas que me dieron a pensar alguna intervención tuyas. Y, en ese sentido, Psicología de la Liberación, Psicología Política, te diría que para mí son sinónimos: una Psicología Política Latinoamericana que apunta a la liberación de la disciplina, de las sociedades y de los aparatos ideológicos que nos atan en viejas prácticas de resistencia a cambios necesarios. …
9/11/2008 Fernanda
Eduardo …Solo me pregunto si decís que la psicología de la liberación y la psicología política son sinónimos ¿por qué introducir este nuevo nombre? ¿Qué diferencia buscas transmitir con él? …
9/11/2008 Eduardo
Fernanda, de arranque y como para saber de qué hablamos. La idea de la liberación, la praxis de la liberación son un conjunto de actos políticos, una intencionalidad, una postura, un posicionamiento ético y estético. La Psicología de la Liberación deviene en el camino colectivo de acciones y pensamientos que vamos construyendo desde la memoria, la identidad y la reapropiación de nuestros recursos como continente oprimido pero con enormes capacidades de
resistencia y rebelión. Desnaturalizar, "desideologizar", "concientizar" (las comillas son porque tengo ciertos desacuerdos con esos nombres) son actos políticos que apuntan a una transformación donde como decía Baró, se asume una opción por las mayorías oprimidas y contra sistemas opresores; así como se asume una deconstrucción de nuestras propias acciones
opresoras desde relaciones de poder que nos seducen, a pesar de los discursos.
Digo y remarco: *Psicología Política Latinoamericana*, porque tenemos mucho para decir, pensar, hacer, desde nuestro continente, recuperando y reconciliándonos con experiencias antiguas que nos forman pero que tenemos guardadas en el más profundo olvido, si no en una mirada turística y compasiva con "los pobres indios" o con los negros de las llamadas, simpáticos y pintorescos. Hay psicologías políticas del norte que nos hablan -y que aportan- pero nos falta mucha más producción propia, pensar y hacer con nuestras realidades: políticas públicas, asistencialismo, políticas sociales, seguridad, desempleo, emigración, poblaciones desplazadas, emergencias sociales, pobreza, izquierdas-derechas, representatividad, ciudadano, consumo,
mercado, etc.
Todo por hacer y todo por articular con las ganas y compromisos de muchos compas del continente que están en la misma o parecida. De eso hablo. En ese sentido, nuestro grupo tiene mucho para construir y el desafío será encontrar las mejores herramientas para hacerlo, intentando siempre sostener todo lo posible su capacidad instituyente.
¿Coopere en algo para el debate? Si es así, me alegro. Si no y mismo si, espero esto siga y lo vayamos construyendo entre todos y todas. Esa ha sido la intención del grupo desde su inicio. Sin verdades reveladas, sin monumentos, sin un único camino predeterminado por donde andar, sin expertos e ignorantes. Todas todos toditos toditas tenemos algo para decir, hacer. Eso ya es un posicionamiento político. Hacer y aprender entre todos sin iluminados que muestren la
misión y la visión del colectivo.
12 /11/ 2008 Alfredo
…Sobre la Psicología Política, aquí quiero hacer algunas preguntas ¿La intención de una Psicología Política es un proyecto de autonomía para la Psicología? ¿La Psicología Política tendría en la mira la generación de proyectos de autonomía?
Me parece que Ignacio Martín Baró nos hace una invitación antes que nada a ser militantes de *una causa*: La emancipación humana. Cómo esta se aborde desde las distintas corrientes de la psicología importa mucho para sacar respuestas colectivas, la cosa es reunir nuestros esfuerzos para combatir problemáticas comunes centradas en las formas opresión como el fatalismo, conformismo, autocomplacencia, etc. Por eso la Psicología para la Liberación más la
veo como un movimiento político de la psicología, de un proyecto de autonomía que integra lo individual de los distintos posicionamientos teóricos y las confluencias colectivas de asuntos que los consideramos comunes porque atentan contra la dignidad de la humanidad. A su vez esto implica una politización permanente de la psicología por el intercambio de
perspectivas en torno a lo político, y claro una revisión permanente de ella misma.
Si quisiera hablar de la Psicología Política Latinoamérica: ¿No podría hablar, de manera legítima y auténticamente, de una psicología Política latinoamericana histórico-cultural? Es decir ¿ponerle mi sello, el de Juan, el de Pedro? ¿Al movimiento de la psicología de la liberación al que pertenecemos le podríamos poner distintivo de pertenencia a cierto enfoque? ¿La psicología política Latinoamérica desde cada enfoque no sería nuestra manera de traducir lo que en el
movimiento político se produce? Me interesa mucho este debate porque a mí me está generando cierta sensación de complementariedad entre los rótulos que estaban confrontándose anteriormente...
11 /11/2008 Fernanda
…Creo que hay dos niveles que hay que deslindar que nuestras acciones sean actos políticos estoy de acuerdo incluyendo por tanto un posicionamiento político (y aquí se ubicaría cualquier formación) ahora bien creo que el pensar sobre esos posicionamientos políticos (que esto implica un acto político), el poder, la ciudadanía entre otros temas nos ubica en un plano más meta, en un otro nivel, desde el cual si necesitamos una formación especifica como herramienta para pensar esto. Es complejo el pensar esto de la psicología política, me parece que en si misma guarda por lo que han hablado ambos, una posicionamiento político, pero también la generación de un saber acerca de los procesos psíquicos que hacen y producen lo político en la sociedades más en profundidad que la Psicología de la Liberación como ha dicho Eduardo.
Creo necesario la profundización dentro de la Psicología de la Liberación y la producción desde ahí de saberes que nos permitan una mayor compresión de estas realidades que diagraman nuestras vidas y las vidas de nuestras comunidades.
Pienso que una cosa es una psicología que tenga un posicionamiento político, la politización de la psicología y otra la generación de prácticas y saberes que nos permitan entender los procesos de subjetivación, psíquicos que se dan en relación a la realidad política y como estos la generan. Creo que esta psicología política se movería en ambas dimensiones.
12/11/2008 Sirpo
Mal y tarde (parafraseando a Joaquin Sabina) participo de este intercambio de ideas sobre la psicología política latinoamericana y otros temas, pero en fin les mando algunas ideas:
La importancia del nombre: dicen que en la antigua china cuando un emperador asumía su cargo (por derecho o por la fuerza) y quería organizar de manera diferente su imperio, los sabios le aconsejaban que lo primero que tenía que hacer era buscar a alguien que supiera nombrar. Al parecer a diferencia de nuestra cultura occidental que intenta “descubrir” la realidad a través de de la inducción – deducción, las culturas orientales (¿Cada vez menos con la globalización?) organiza la realidad desde un etiquetado, desde un saber nombrar. Desde esta perspectiva
se me ocurre la pregunta de si la propuesta del nuevo nombre es explicada mediante argumentos o es explicada por la necesidad de una nueva organización (una nueva categoría diría Fernanda más útil a los propósitos).
Acuerdos – desacuerdos con Alfredo: En primer lugar coincido con Alfredo en que la psicología de la liberación tiene mucho de meta- psicología con un fuerte énfasis epistemológico. Baró en el intento de liberarse de formas de pensamiento aceptadas tradicionalmente en psicología tuvo que colocarse por fuera de ella para lograr ese objetivo. A primera vista parecería que una psicología política perdería esta característica y seria más restrictiva o concreta en las
dimensiones que abarca. Segunda coincidencia creo que es mejor la expresión psicología para la liberación que psicología de la liberación, porque la primer expresión parece contemplar mejor los aspectos metapsicológicos de los que hable antes junto a un sentido de no finalización que la deja abierta a un proceso y también por el sentido proactivo de su búsqueda de la que hablaba Alfredo. En cambio la segunda expresión tiene un sentido de pertenencia que parecería poder
adjudicarse a una corriente en específico. Por último el hecho de que la expresión sea nueva (que no lo es ya que hay trabajos sobre psicología política, no sé si en la misma línea del moderador) no implicaría que deba descartarse o sea producto del marketing. Si algo nuevo está bien fundamentado o es útil bienvenido sea. La Política y la psicología: si bien parece que Eduardo no está motivado por el marketing para proponer la PPL si debo decir que utilizo una estrategia de marketing: al proponer la PPL (así como al pasar) no dio mucha explicación sobre ella
generando un vacio que hizo pensar y producir en el grupo. Sabemos que política y polis tienen un origen etimológico común. La polis griega fue la forma que los griegos tomaron organizativamente para ejercer el poder y si leemos a Dussel veremos que este filosofo hace una serie de igualdades entre polis, fundamento y ser. Es decir que para Dussel la polis y por tanto su organización política eran la expresión de la racionalidad y el ser (no en el sentido ontológico sino
construido por las circunstancias) del griego, lo que estaba por fuera de la polis era lo bárbaro aquellas racionalidades que escapaban a la rígida lógica aristotélica del principio de igualdad, principio de contradicción y tercero excluido.
También sabemos que Foucault ubica el proceso de subjetivación occidental en el hecho político griego de las asambleas donde la regla indicaba que un hombre libre para gobernar a otros hombres libres debería dominarse primero a sí mismo (¿habrá esto profundizado la lógica de la dominación?). Aristóteles (obviamente como todo griego clásico) llamo al hombre “animal político” tal vez en un intento de articular la polaridad (por el momento no voy a entrar en el
debate entre Fernanda y Alfredo sobre la dialéctica la dialógica y la analectica) animal – cultura en el hombre. Menciono estos autores primero para mostrar que estoy de acuerdo con la importancia de la dimensión política en el psiquismo, y que mi idea de una psicología política es una psicología que busque ir en contra de esa racionalidad (y forma de ser) única instaurada por la costumbre que termina excluyendo a quienes no entren dentro de sus cánones y esto a
mi parecer es una opresión tanto para quienes ejercen el poder (porque están atrapados en la racionalidad que construyeron) como para quienes lo padecen (porque sufren una racionalidad a la que por ser diferentes los excluye).
Ya sé que Eduardo me dirá que el apremio de ambos lados no es lo mismo si pero ¿No debemos liberarnos entre todos? ¿El excluido no le da al exclusor la posibilidad de rever sus fundamentos? Será aquello de lo que escribía Jung cuando decía que debía integrarse (para ambos lados digo yo) ese otro despreciado que es la sombra.
12 /11/2008 Eduardo
Sirpo: Qué bueno que estés de vuelta por aquí y te haya convocado este debate. Seguro que lo importante va surgiendo de cómo vamos pensando y pensándonos en estas producciones colectivas.
Estrategia de marketing, no, estrategia de poner más en juego ideas, sentires y prácticas de esta psicología que nos integra, si. Y creo que nombrar ya es de por si un hecho político que intenta producir otros hechos políticos, de ahí la enunciación de una psicología política latinoamericana.
Siguiendo con los nombres referís que te va mas una Psicología *para *la Liberación, que una Psicología *de *la Liberación. Puede estar interesante ese giro que, seguro, implica muchas cosas. A ese nombre, ¿sabes? le agregaría para *las* liberaciones. No creo que haya una única definitiva. Caminos que se van haciendo, liberaciones múltiples.
Lo de Psicología Política Latinoamericana. No una chacra nueva, no un gajo de nuestra Psicología de la Liberación, que nos integra, articula y desafía. Por el contrario, una profundización de ella, integrando practicas y ganas diversas de nuestro continente con una definición clara: hacemos política con nuestras prácticas profesionales y apostamos a la construcción de otros mundos más justos, dignos e igualitarios; mundos donde el ambiente no sea deteriorado aun mas, mundos donde el trabajo no sea subsistencia mínima o estrés máximo, mundos donde la justicia sea justa, mundos donde haya mercados y no la ley del mercado, mundos donde no haya gente signada y gente que signa, mundos donde no hayan asesinados por pensar o hacer diferente al sistema, mundos.... posibles y
necesarios.
En fin compas, el desafío de liberar ideas, sentires, prácticas, recuperar la memoria de tantas ideas, sentires y prácticas de nuestros pueblos, que no nacieron con la conquista. Aprender a aprender de lo que sabemos y no nos
dejaron saber que sabemos.
¿Qué "es" la Psicología de la liberación?, ¿Qué implica una Psicologia Politica?, ¿Qué son otros mundos posibles y necesarios ?...y tantas otras preguntas que aterrizan estrategias y acciones posibles y necesarias en nuestras practicas actuales y futuras.Algo de eso y mucho mas que seguira en los proximos debates.Por ahi ahora.
05/Material/gkaplun_in...)
2) Morin Edgar 1998-"El Método II La Vida de la Vida" Editorial Cátedra.
Liber-accion
http://www.liber-accion.org/Joomla Potenciado por Joomla! Generado: 5 May, 2009, 12:14